MOMENTO 1/60

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Recuerdo que al poco tiempo de haber ingresado a la universidad sembraron la ceiba en los jardines de la universidad. Apenas era una ramita delgada y ahora es un imponente árbol, me parece increíble lo que ha crecido. Me encanta ver que en cada época va mostrando cambios, desde quedarse sin hojas hasta volver a florecer. Me inspira, porque así somos los seres humanos, con capacidad de reinventarnos y fortalecernos en todo tiempo.

- Saida Contreras

MOMENTO 2/60

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Llevo 30 años de laborar en la Sede de Jutiapa, las oficinas siempre han estado en casas de habitación, recuerdo que la primera tenía una habitación principal para mi compañera Irma, contadora y yo, que registraba manualmente a los estudiantes. La Lcda. Medina, nuestra Directora, tenía su oficina en el corredor de la casa. Usábamos mesas como escritorios y teníamos una máquina de escribir que nos turnábamos.

Teníamos una pequeña biblioteca que yo atendía, colocaba los libros alfabéticamente en los estantes. Teníamos demanda porque antes en el pueblo solo había una biblioteca y llegaban de otros establecimientos educativos. Las casas y los establecimientos para dar clases han cambiado. Pasando por el Instituto Experimental y el Colegio Católico San Miguel, hasta que creció mucha la cantidad de estudiantes y ahora tenemos cuatro colegios. Hemos visto pasar un montón de promociones que han cerrado su carrera. Me saludan en la calle «adiós Seño».

La biblioteca había crecido, había un bibliotecario, se recibieron libros del Campus Central y se ordenó con un sistema de códigos. Con cada cambio de casa, nos toca empaquetar y cargar todo. Un alumno que era de Jerez tenía un camión para su tienda de depósito. Nos prestó su camión y como ya éramos más personas, bibliotecario, coordinadores de facultades y teníamos escritorios más formales, nos ayudó mucho. Pero los libros llegaron hechos un relajo, porque el bibliotecario los amarró en orden con lazo, pues creyó que no se le iban a traslapar. Al llegar lloró porque era un relajo y entre todos le ayudamos a ordenarlos. Todos quedamos muy cómodos y hasta hay un Centro de cómputo para el uso de los estudiantes.

- Mayra Lucas

MOMENTO 3/60

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En 2010, luego de la tormenta Agatha, hubo un programa de desarrollo integral para las comunidades cercanas al Volcán de Pacaya. Personas con diferentes realidades recibían acompañamiento de las diferentes carreras de Landívar. Durante tres años coordiné el proyecto de RSU en la Facultad de Humanidades. con la carrera de Comunicaciones se propuso comunicación para el desarrollo; se realizaron diagnósticos, se medió la movilidad de zonas en riesgo, y ayudó a la organización comunitaria. Recuerdo que para el contacto nos apoyó una estudiante de Trabajo Social de la Sede de Escuintla y, salíamos todos los viernes con estudiantes de psicología del Campus Central para hacer intervenciones. Por parte de Landívar Solidaria se sumaron otras carreras como Ingeniería, Ciencias Ambientales y Filosofía con proyectos de purificación del agua en Calderas, desarrollo de huertos familiares y una biblioteca ambulante. Fue enriquecedor, a veces cansado, a veces divertido y, en general, una maravillosa experiencia para todos.

- Leonor González

MOMENTO 4/60

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Yo empecé a trabajar en la universidad el 17 de octubre de 2011, justo cuando la universidad estaba cumpliendo su 50 aniversario. Esa mañana en RRHH me dijeron que me recibían con celebraciones y que iban a echar la casa por la ventana. Este año cumplo mis 10 años de colaborar en la URL, en donde me he sentido muy identificada con la identidad jesuita. Soy nicaragüense, hice mis estudios de pregrado en la UCA de Nicaragua y mis estudios de posgrado en la Landívar. Muchas personas han sido muy amables, espontáneas y me ayudaron con cualquier duda, no me costó adaptarme a la cultura. Un grato recuerdo fue recibir la placa de reconocimiento por mis primeros 5 años de labores en esta adorada institución. Valorando la labor desempeñada y adquiriendo un compromiso con la institución.

- Claudia Guevara

MOMENTO 5/60

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Un 20 de julio de 2011 se inaugura oficialmente, como un espacio para la presentación de propuestas escénicas, el salón F-107 hoy conocido como la sala del Laboratorio Teatral de Artes Landívar. Se estrenó la obra "Doce calle esquina", una de las creaciones más relevantes de “el laboratorio” como le llamamos coloquialmente. Está inspirada en los sucesos que acontecieron en el año 1960 en el hospital neuro-psiquiátrico de la Ciudad de Guatemala. Un 22 de agosto de 2012 "Doce Calle Esquina" se presentaba en el Miércoles Landivariano de la URL y el Instituto Italiano de Cultura; y un 12 de septiembre en el Centro Cultural de España.

«La inspiración para crear la obra nació tarde de mi adolescencia, caminando junto a mi madre, pasamos frente a la doce calle esquina. Allí sentí un escalofrío inexplicable y entonces ella me contó el suceso del incendio del hospital neuro-psiquiátrico en 1960, muy cerca de la casa familiar paterna. Ese hecho aparecía intermitente en mi memoria».
Patricia Orantes, directora de la obra.

 

- Mercedes Fuentes

MOMENTO 6/60

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Recuerdo las desveladas con los compañeros haciendo Proyectos Arquitectónicos, llegar al día siguiente a la Universidad cargada de cartones y maquetas con cara de no haber dormido nada pero felíz de haber terminado bien el proyecto.

 

- Isabel Valle

MOMENTO 7/60

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En el año 2016, nos invitaron a participar en una presentación del Día de la Danza en el Centro de Formación Española en Antigua Guatemala. Participábamos varias agrupaciones. Ese día estaba un poco nublado y la lluvia amenazaba un poco la presentación. Empezaba a lloviznar cuando pasó el grupo anterior a nosotros. En el momento en que nosotros empezamos a bailar, la lluvia arreció un poco. Pero, a la mitad de nuestra obra, empezó una lluvia tan fuerte que llenó el piso de agua e incluso se miraba el rebote de las grandes gotas que caían. Los bailarines nunca se detuvieron y, aunque los organizadores pensaban que deberíamos de quitar la música, yo podía ver el gozo de los bailarines bailando bajo los chaparrones. Así, les pedí a los organizadores que los dejaran terminar. Cuando posteriormente hablé con los bailarines, me dijeron que había sido una experiencia inigualable.

 

- Sabrina Castillo Gallusser

MOMENTO 8/60

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Comencé como secretaria de la Sede de Antigua en el año 1983, llevo 39 años de trabajar en la Universidad Rafael Landívar. En 1969 mi hermana, María del Carmen Rivera trabajó como cajera por 33 años hasta que se retiró. Me cuenta que la primera sede estuvo en el hotel Rancho Nimajay, era un internado en donde los estudiantes de Pedagogía y profesores se quedaban a dormir de viernes a sábado, cuando recibían clases. Tenía todo tipo de comodidades y piscina. Para el terremoto del 76, el hospital que quedó en ruinas se trasladó a la Sede, fue el Hospital General. Aunque ahora solo quedan ruinas.

La siguiente Sede, en donde yo empecé a trabajar estaba en una escuelita enfrente de la casa de Rafael Landívar, luego nos trasladamos de La Salle, después a San Miguel hasta donde estamos actualmente, con un ambiente muy bonito. En el 83 solo teníamos una máquina de escribir y en 2002 nos llevaron una computadora vieja. Tomamos un curso de computación con mi hermana, aunque luego la U nos capacitó. Antes, los recibos de los 500 estudiantes los hacíamos a mano y ahora, con ingresar el número de carné, se despliega toda la información. ¡Gracias a Dios! con la cantidad de estudiantes, no podríamos hacerlos.

Recuerdo también cuando llevaron la primera fotocopiadora de 2.5mts, ocupaba todo el espacio de la oficina que teníamos con mi hermana. La experiencia ha sido enriquecedora y sigo enamorada de la universidad.

 

- María Emilia Rivera

MOMENTO 9/60

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En 2010 el Volcán de Pacaya hizo erupción y cayó la ceniza volcánica que cubrió toda la superficie. La universidad hizo una jornada de limpieza con todo el personal. Fue un día donde todos acudimos a ayudar a limpiar todo el Campus Central. ¡Fue un día muy alegre y divertido!

 

- Cintia Rosales

MOMENTO 10/60

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Siempre tuve la inquietud de seguir tocando marimba, así como lo venía haciendo en el Colegio. Tenía experiencia porque ensayaba con la Kahibil Balam. Cuando entré a la universidad estuve en distintos talleres de Crearte de Artes Landívar. Entonces Magalí Letona, directora de Crearte, me aconsejó que buscara una donación para la marimba. En ese momento obtuve una beca artística para continuar mis estudios en Ingeniería Química. Así que tuve más disponibilidad de tiempo. Entre 2014 y 2015 toqué muchas puertas, mandé cartas, me presenté con diferentes empresas sin mucha suerte. Un día vi a Carlos Callejas, coincidimos en un concierto en el COLAEIQ con sede en Guatemala. Él me dijo que probara con Agencias Way. Me puse en contacto con la secretaria y luego con el Sr. Way hijo. Magalí me escribió la carta y yo la llevé, pasaron dos, tres, cuatro meses, casi el año y no teníamos respuesta.
Llegó el día, tuvimos la reunión con el Sr. Way y ya que estuvieron convencidos de que nos iban a apoyar, nos preguntaron si necesitábamos algo más y yo les dije: una batería. Así que, nos pusimos en búsqueda de la marimba. Con el asesoramiento del maestro Gervacio de la Kahibil Balam, vimos primero una marimba que no cumplía las condiciones y de segundo, un instrumento que estaba en una escuela en Jutiapa que ellos habían donado y no se estaba usando. Lo trajeron de vuelta, lo arreglaron para unos 5 años y así empezó la marimba de la URL.
El primer concierto lo dimos con mis antiguos compañeros del Colegio Castillo Córdova, tuvimos tanto éxito que hicimos 5 conciertos en el primer año. El próximo año, se contrató al maestro Gervacio para impartir los talleres y poco a poco se sumaron estudiantes que, como yo, tenían la ilusión de seguir tocando marimba como en el colegio. Actualmente, yo soy el maestro del taller de marimba de Crearte, Artes Landívar y con su lindo sonido hemos participado en muchos eventos, incluso virtuales, que han tenido mucho éxito.

 

- Julio Aquin

MOMENTO 11/60

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Tengo dos momentos que siempre voy a recordar. El primero, haber instalado y llevado a cabo el mural que hoy se encuentra en la dirección de Artes Landívar fue algo realmente especial. Poder ser parte de este increíble movimiento artístico que se está desarrollando en la URL, y que es un reflejo directo de la expresión que cada uno puede tener en la vida, sea o no artista quien se exprese, tiene en sí un espacio que puede hacer propio manifestando sus ideas. Otro momento muy especial (que fueron cientos a lo largo de la carrera) era salir de clases a tomar café en las áreas verdes de la U, a platicar con mi mejor amiga (hoy mi esposa) sobre filosofía, psicología, arte y sobre la vida. La URL fue un espacio en donde no sólo encontré academia sino un alma afín.

 

- Mod Cárdena

MOMENTO 12/60

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Cuando entraban las cajas de libros nuevos, todos en la Editorial nos reuníamos, ilusionados como niños, en navidad, ávidos por abrir los regalos. Abríamos las cajas, respirando profundamente y disfrutábamos el olor del papel y la tinta. Entre la algarabía no faltaban todo tipo de comentarios para luego ser llamados al orden por Olguita, para ella poder iniciar a hacer el inventario. Y así, reinaba el orden hasta el día que con tanta alegría recibíamos al autor que esperaba ilusionado para entregarle su libro, el que habíamos dado vida después de mucho esfuerzo y pasión.

 

- Silvia Osorio

MOMENTO 13/60

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Entré a la universidad en el 2020. Los primeros tres meses fueron geniales. Mis amigos y yo podíamos estudiar juntos, salir a Cayalá después de las clases, comprar crepas en Saúl, ir por chicles a la tiendita o disfrutar del karaoke de los martes. Luego llegó el 22 de marzo y nos enteramos de que tendríamos dos semanas de «vacaciones».
Como sabemos, el COVID vino para quedarse. Pronto, la universidad se tuvo que transferir a algo 100% virtual. Recuerdo la primera semana, los catedráticos nos pedían ayuda con las funciones de la plataforma (cómo dar permisos para compartir, silenciar el micrófono, compartir audio, etc.). ¡Eso fue memorable, éramos maestros de los maestros! Recuerdo también que casi nadie tenía un internet de alta velocidad, por lo que en clases todo el tiempo se interrumpía la voz del catedrático y nuestras voces. Tuvimos que aprender a compartir nuestras pantallas, algunos aprendimos por las malas a apagar nuestro micrófono y otros a posar bien para la cámara de la compu.
Todo cambió mucho y muy rápido, pero me alegro de que todos aprendimos y nos adaptamos juntos.

 

- Leonardo Conde

MOMENTO 14/60

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Para las presentaciones de la coreografía Lumbar Sombría la Fantasía (que nosotros llamamos cariñosamente Soricus), que bailamos en el 2019, consideramos prudente el colocar una línea gruesa de cinta de aislar un metro antes de unos focos de luz que habían a la orilla del linóleo. Esto era para que no fuéramos a pasar esa línea y chocarnos con ellos. Durante los ensayos y las primeras presentaciones no hubo ningún percance. Hasta que en una función, Brayan (en ese entonces nuestro compañero bailarín), decidió olvidar el propósito de la línea, y la cruzó con mucho entusiasmo. Naturalmente, el resultado fue que pateó uno de los focos que sacó mil chispas como de fuegos artificiales y luego se fundió. Milagrosamente el teatro no se quemó, Brayan no se electrocutó, y pudimos terminar bien la función. Ese incidente hizo que esa presentación tuviera un golpe extra de emoción para el público y para nosotros.

 

- Emily Gorriz

MOMENTO 15/60

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Los auditores normalmente son catalogados como serios y cuadrados de mente pero ¿Qué pasa cuando deciden hacer voluntariado social? Una vez fuimos a hacer una visita social a un hogar para niños. La idea era jugar con ellos y pasar un momento feliz. Una compañera aseguraba que podía pintar caritas, por lo que le compramos el material pero a última hora ella no pudo ir y ninguno de los demás tenía idea de cómo hacerlo. Hicimos nuestro mejor esfuerzo con flores, mariposas y algunos carritos, pero, una persona decidió pintar a otra compañera como un payasito. Ella iba saliendo pero, ¡al verla los niños se asustaron! No era la mejor cara de payaso, así que la despintamos y seguimos con la diversión ya sin experimentar diseños complicados.


Fue un día lindo que convirtió a los auditores en pintacaritas.


 


- Estuardo Calderón

MOMENTO 16/60

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Un recuerdo que me hace reír es una visita que hicieron las autoridades del campus, con otros Jesuitas invitados, que creo vinieron de España; aquí les teníamos unas carpas y una mesa con empanadas y chicharrones con yuca, que es un platillo típico de la región. Nuestros invitados jesuitas decían: «aunque el colesterol se nos suba, pero estos chicharrones están riquísimos». Nos causó asombro y agrado ver cómo disfrutaban la yuca con chicharrón.


 


- Aída Consuelo Chacón Marín de Velásquez

MOMENTO 17/60

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El día del Convivio, a finales del año 2019, recibía yo a los invitados en el área de la feria. Me acerqué al toro mecánico, en donde acababan de bajar dos autoridades de Ingeniería. Todavía era temprano y todos los demás se encontraban ocupados en la lotería y otros juegos. Estaba sola con los que acababan de bajar, así que me insistieron, y accedí a subir al toro. Me quité los tacones y rompí el esquema. Para mi sorpresa alguien gritó: “¡Miren a Liss!”. Sentía las miradas de todos los que antes estaban en los otros juegos, yo seguí aferrada al toro con todas mis fuerzas, gritos, mi orgullo en juego ¡Y no me caí!


 


- Lissette Benitez

MOMENTO 18/60

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Empecé mi carrera a los 31 años, cuando la Facultad de Humanidades quedaba en la 10 calle de la zona 1. “La Sorbona”, le decíamos. Recibí clases con grandes maestros: el P. Gallo, el P. Garbayo, el P. Schaefler, por mencionar unos. Recuerdo la Galería El Túnel -realmente era como un túnel-, el P. Gallo la inició para fomentar el arte y la cultura entre los alumnos, buen pretexto para compartir a la hora del receso, creo que eso fue lo que alimentó entre nosotros el amor al arte y a la cultura.


Luego empecé a dar clases como profesora auxiliar. ¡Cómo me ponía de nerviosa, sentía que los alumnos sabían más que yo! Poco a poco dejé ese miedo y di clases durante más de 30 años. Comencé a trabajar en la Universidad en 1993, para apoyar en las celebraciones del bicentenario de la muerte de Rafael Landívar, después estuve en Asuntos Culturales, y todavía sigo aquí.


Recuerdo tantas actividades que transcurrieron en la Plaza Techada, la Orquesta Sinfónica Nacional y el ballet Moderno y Folklórico, exposiciones de grandes artistas y de jóvenes estudiantes con talento. Buena parte del acervo artístico de la universidad fue donado por los artistas expositores.


En 1994 se empezaron los Miércoles Landivarianos en una Galería de Arte de la zona 10, que consistían en un espacio para presentar libros, conversar con artistas, músicos, diplomáticos, economistas, Tasso, en fin… una época muy linda para mí.


En el año 1999, cuando era rector el Padre Gonzalo de Villa, me pidió trabajar como encargada de la Dirección de Promoción y Desarrollo. Le dije que no sabía si podría, pero que había que probar. Para recaudar fondos se necesita creer en lo que se hace, conocer mucha gente y tener imaginación y creatividad. Así, empecé a organizar excursiones arqueológicas aprovechando los conocimientos de mi esposo, Federico Fahsen, y fuimos prácticamente a todos los sitios arqueológicos Mayas de Guatemala, Honduras y México.


Las excursiones eran un buen pretexto para recaudar fondos, conocer la antigua cultura Maya y pasarla contentos; no podría decir cuál de los lugares fue el más bonito, pero Palenque fue uno de ellos. Alquilé un avión y fuimos más de 50 personas, hasta la embajadora de México se fue con nosotros.


Otros mecanismos para recaudar fondos han sido las rifas. Hace poco hablé con una joven que trabaja en la universidad y le pregunté si me conocía y me dijo: “Por supuesto, usted es la persona que recorría la universidad vendiendo números o talonarios de las rifas.” Creo que por eso voy a ser recordada.


Han sido años muy gratificantes, años importantes para mi crecimiento personal y profesional y años en los que me identifico con la educación Jesuita y doy gracias a Dios por haberme colocado en este hermoso camino.


 


- Marta Regina de Fahsen

MOMENTO 19/60

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Hace 29 años comencé a trabajar como secretaria en la Facultad de Ingeniería y hasta el día de hoy, me sigue gustando mucho mi trabajo. Recuerdo que en 1994 la facultad estaba en el Edificio M, solamente había dos computadoras y máquinas de escribir para las secretarias. Con los años, empezaron a llegar poco a poco, una computadora para cada oficina. Recuerdo que por iniciativa del Ing. Edwin Escobar, se construyó el TEC y cuando estuvo listo para que la Facultad de Ingeniería se trasladara, yo fui la última en dejar las oficinas del tercer nivel del Edificio M, para dejar todo limpio. Tengo muchas satisfacciones, entre ellas, la de haber comenzado con la idea de las celebraciones de cumpleaños con todo el equipo y también recibir reconocimientos por mi trayectoria en la URL. Lo que más me motiva es brindar un buen servicio a los estudiantes. He recibido muchos agradecimientos porque he sido encargada de tesis desde el inicio y siempre estoy pendiente de cada uno. Me han dicho «Gracias a usted logré graduarme», «Tengo mi título, pero le falta su firma», todo eso llena mi corazón.

 

- Isabel Gálvez

MOMENTO 20/60

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Recuerdo al P. Achaerandio, siempre con una sonrisa, desde su puesto como «vicerrector académico», siempre fue cercano a todos. Nos felicitaba con una palmadita, valorando siempre nuestro trabajo, el mío y el del equipo con palabras de gratitud y con mucha amabilidad. Él nos inspiraba siempre a dar más y a tener siempre presente el porqué trabajamos en nuestra querida URL.

 

- Leslie Quiñonez

MOMENTO 21/60

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En los noventas teníamos muchas temporadas en los atrios de Iglesias del Centro y en diferentes parques. Una vez, en el zoológico, teníamos función y no llegó la persona del equipo de sonido. En ese tiempo no había celulares. Yo corrí a una tienda y conseguí que nos prestaran una grabadora de cassettes. El único problema era que se le había caído el cobertor de plástico al botón de play y además había que mantener el dedo sosteniendo el hierro porque si no se apagaba. ¡Yo tuve que estar toda la función con el dedo aferrado al botón de hierro!

 

- Sabrina Castillo Gallusse

MOMENTO 22/60

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En 1986, el arquitecto Daniel Borja, con el apoyo de Monseñor Luis Manresa Formosa, S. J. decano de Arquitectura, dieron vida a la Carrera para formar arquitectos soñadores, creativos, respetables de la URL y así contribuir y dar empuje a la belleza y desarrollo de nuestro país.

 

- Luisa María Velásquez

MOMENTO 23/60

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En 1983 inicié mis estudios en el Técnico en Terapia del Lenguaje y luego la Licenciatura en Psicología Clínica en la URL. En nuestras prácticas íbamos a diferentes escuelas públicas y el Instituto de Psicología en zona 1. Aquí, apoyábamos diferentes casos en niños, adolescentes, familias. El espacio era reducido, había cubículos y una alfombra para trabajar con los niños. Algo inolvidable y que agradezco muchísimo, era el tiempo que nos dedicaba la Dra. Blanca Adelia Méndez Pedroza y el Lic. Ángel Velásquez. Dos catedráticos íntegros, con mucho conocimiento y experiencia de vida. Nos reunían en grupos pequeños, cada uno movía su escritorio para formar un círculo y empezábamos a compartir nuestras experiencias grupales retroalimentadas por ellos. Todos aprendíamos de todos. Ellos se apegaban a los valores landivarianos, no solo enseñaban la teoría o las técnicas, sino enseñaban a vivir. Respiraban y vivían la ética. Eso nos hizo crecer como seres humanos.

 

- Aline Monzón

MOMENTO 24/60

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El anuncio de la pandemia y la preparación del aula virtual ese fin de semana previo al paro en 2020. Eso nos marcó a todos. La primera vez que impartí una clase ¡Me sentí intimidado!

 

- Luis Soto

MOMENTO 25/60

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Caminando por el corredor del primer nivel del J, alguien gritó desde el 3er nivel: «¡Licenciada María!, ¡Licenciada Nitsch!..» Cuando levanté la vista, eran 3 chicos que habían sido mis estudiantes en un EDP hacía ya un par de años. Cuando vieron que levanté la vista, volvieron a gritar: «¡Hoy cerramos pensum! ¡Lo logramos! ¡Le cumplimos!» y se desvivieron en saludos y risas..

 

- María Nitsch Velásquez

MOMENTO 26/60

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Un 12 de marzo de 2020, un día antes del primer caso de COVID-19 declarado en Guatemala, se presenta en el Auditorio del Campus Central de la URL la obra 2.0, para más de 200 estudiantes y con la presencia de varios invitados especiales. 2.0 se anticipó a la pandemia por el COVID-19, explorando sobre los lenguajes y formas nuevas de comunicación a través de las redes sociales que el internet introdujo en este siglo en las sociedades del mundo entero. Esta exploración y , este análisis, todavía vigente en 2021, deberá ser sujeto objeto de una relectura después de la llegada de la pandemia, cuando para millones en el mundo esta fue la manera de seguir adelante, de sobrevivir y de relacionarse. Mientras no dejamos de preguntarnos las consecuencias que en el mediano y largo plazo están teniendo y tendrán estas nuevas formas de socializar.

Jorgelina Cerritos es una de las dramaturgas contemporáneas centroamericanas más reconocidas, y en el año 2019 creó la obra 2.0 como resultado de un proceso desarrollado con el Laboratorio Teatral, que la produce y presenta a partir del año 2020.

 

- María Nitsch Velásquez

MOMENTO 27/60

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El haberme convertido en psicóloga, fue un llamado que se presentó fuerte y claro para mí desde el principio de mi adolescencia. Más que momentos fueron personas las que marcaron mi vida mientras estudié en la URL. Durante las prácticas, la URL nos dio muchas muy buenas opciones para realizar varias prácticas durante la carrera. Cada una de esas personas me marcó enormemente, pues materializó para mí la magnitud de la responsabilidad que mi carrera conlleva. También cada persona que conocí dentro de la Universidad me regaló una enseñanza, amistades que hoy en día siguen vigentes y en especial, el haber encontrado a quien hoy es mi esposo.

 

- Victoria Álvarez

MOMENTO 28/60

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Trabajar en la URL es apasionante. No hay día igual al anterior. Siempre hay alegría, nuevos retos, muchas oportunidades de aprendizaje, ambiente sano y cordial.
La pasión y el amor por lo que se hace es la clave.

Me tocó, por ejemplo, encontrarme un día a don Meches, uno de los jardineros con más tiempo en la U (¡32 años!). Estaba haciendo lo que ama, en medio, sumergido dentro de un gran arriate.

Me paré y le dije con asombro: ¡don Meches! Y usted, ¿cómo se metió ahí?

Y entre carcajadas me respondió, «¡Ahhh!... ¡Hago la oración del sapo!! Y a veces pego un brinco y a veces me meto por debajo».

¡Así se hace patria!!! Trabajando con entrega, honestidad, agradecimiento y gozo.

 

- Margarita Becker

MOMENTO 29/60

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En mis años landivarianos en arquitectura, tuve la oportunidad de aprender de un personaje singular. El Ingeniero Olivares era uno de los catedráticos más exigentes y duros de la carrera. Sin embargo, recuerdo un día, antes de su clase, yo aproveché para trabajar en un apunte de un proyecto arquitectónico. Siempre estaba varios minutos antes en su clase porque ¡no querías llegar tarde!

Allí estaba yo, muy concentrado pintando, cuando vi que se acercaba a mi y me dije: «Hoy sí me llevó el río». Y justamente estaba a punto de llamarme la atención cuando se detuvo a ver el apunte en una mezcla de crayón y acuarela. En su rostro pude ver una sensibilidad que nunca había visto, una sensibilidad que solamente el arte puede desentrañar. «Muy bonito», me dijo asombrado. «Deberías dedicarte al arte, pero guardalo porque ya vamos a empezar». Ese día su clase fue diferente. Para mí, él fue diferente para siempre.

- Jonás de León

MOMENTO 30/60

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Generalmente en la oficina hay silencio, a veces se escuchan los pajaritos en los árboles que están detrás, otras veces algo de viento. Me llamaron del ingreso diciéndome que del Ministerio de Cultura me llevaban una papelería, -alguna invitación pensé-. En determinado momento se escucharon voces, y mucha bulla, escuché que alguien preguntaba por mí, me asomé al pasillo y cuando vi, había muchas personas, cámaras, luces, micrófonos, y un señor que reconocí después como Douglas Vásquez, diciéndome que me había ganado el “Premio por trayectoria y aportes al desarrollo del teatro en dramaturgia “. Se me olvidó la pandemia, el distanciamiento, todo, ¡hasta la mascarilla que me quité!. Luego vi en las fotos que me colgaba de una oreja, estaba muy contenta, ¡mucho!, ¡fue de esos días que uno no quiere olvidar! ¡Doy gracias a la vida por permitirme vivir ese momento!

- Magalí Letona

MOMENTO 31/60

Recuerdo con mucha nostalgia los atardeceres en la universidad, el ver a las aves que están en los árboles, escuchar la lluvia, es una experiencia envolvente y natural.

- Ana Gladys Sánchez

MOMENTO 32/60

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Desde mi ventana, cuando trabajaba en el Departamento de Contabilidad, miraba que había un gato negro, de esos que prácticamente viven en la U.

Desde el segundo piso podía ver al gato, estaba por la entrada de la biblioteca, totalmente desparramado, en una posición extraña. Hizo pensar a todos los que pasaban cerca de él que estaba muerto. Incluso una compañera que ama a los gatos ya lo había empezado a llorar. El gato estuvo tirado desde que llegamos a nuestra jornada (aproximadamente a las 8 de la mañana).

Justo estábamos planeando su funeral durante el almuerzo, cuando vimos que el gato estiró sus patitas y caminó como si nada a su casa.

¡A eso le llamo una buena siesta!

- Estuardo Calderón

MOMENTO 33/60

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𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒖𝒏 𝒑𝒐𝒍𝒊𝒄𝒊́𝒂 𝒚 𝒚𝒐 𝒄𝒂𝒔𝒊 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒔𝒖𝒔𝒕𝒐.

Hubo una noche que decidí quedarme en mi oficina para recibir clases. Éstas terminan a las 9 de la noche.

¡Nunca imaginé lo silenciosa que podía llegar a ser la universidad de noche! Al salir de mi oficina y apagar todas las luces me quedé en plena oscuridad. Iba de camino al pasillo que conecta con el Estacionamiento 1, cuando de repente me topé con un policía. Parecía que éramos gemelos de piernas porque íbamos caminando igual de sigilosos y brincamos igual de alto cuando nos topamos en una esquina.

Ambos recuperamos rápidamente nuestra dignidad y nos dijimos «buenas noches».

- Leonardo I. Conde

MOMENTO 34/60

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Ingresé a la URL después de tres semanas de haber iniciado el ciclo académico y ese primer día, recién sentándose en mi pupitre, la catedrática anunció el primer parcial... ¡para el día siguiente!

Presté un cuaderno para anotar los temas del programa, estudié muchísimo en Internet y, no me pregunten cómo, pero saqué 100 pts. Posteriormente, la catedrática mostró mi examen a todos. Esto definitivamente me dio motivos para seguir adelante.

- Marlene Rodríguez-Azpuru

MOMENTO 35/60

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Hace 20 años, el Departamento de Deportes creó un “Torneo Navideño”. Formamos nuestro equipo con todo en contra, ninguno tenía mucha experiencia y nos agarraron de sorpresa. Aún así nos motivábamos con optimismo y cuando fuimos ganando los partidos, nos llenábamos de mucha emoción. Hasta conseguimos nuestro propio uniforme y otros jugadores más fuertes querían ser parte del “Atlético Pumas”. Recuerdo una vez que nuestro compañero Juan Carlos González, que en paz descanse, esperó todo el partido en la banca. Cuando por fin entró al campo, el árbitro pitó para acabar el juego. Yo era el volante del equipo, jugaba a media cancha, pero no era como la conocemos, sino una explanada de tierra desigual.

Los esfuerzos y entusiasmo nos llevaron a ganar el campeonato. Hoy en día todavía nos saludamos, desde lejos, los compañeros que compartimos algún partido de fútbol.


 

- Gerardo Ajú

MOMENTO 36/60

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Empecé a trabajar en la Landívar cuando tenía entre 19 y 20 años. Ese fue mi primer trabajo. Estudiaba Psicología Industrial y llevé una clase en donde nos enseñaron a hacer nuestro CV. Yo hice el mío y pensé: yo quiero buscar trabajo. Pregunté en dónde se dejaba y me dijeron que en la oficina de Recursos Humanos. Fui a buscarla y me atendieron. Yo les dije que venía a buscar una oportunidad. La persona que me atendió, me preguntó si buscaba un puesto específico y dije: «No, solo por si hay algo». Dejé mi CV y me entrevistaron. Me llamaron al día siguiente, porque había un puesto. Hice unas pruebas psicométricas y me pasaron a una entrevista en la Facultad de Teología. Yo la verdad no sabía qué era la teología, qué estudiaban o qué hacían. Ahí me enteré de lo que era, y entre admiración, la semana siguiente ¡ya estaba trabajando!

Cuando alguien me preguntaba: Mirá y, ¿cómo hiciste para encontrar trabajo? Yo les decía: «Es muy fácil», ¡Solo llevás tu CV a RRHH y ellos te encuentran trabajo!”. Pero realmente eso fue algo atípico. La experiencia me dice que es más complejo, siendo director de Gestión del Talento Humano de la URL, sé que implica muchas cosas. Y así comencé mi interesante y muy satisfactoria trayectoria de 15 años de trabajo en la URL.

- Luis Antonio del Cid

MOMENTO 37/60

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Iba yo a ponerme mis zapatillas de trabajo cuando ¡zaz!, siento un piquetazo en el pie. Lo primero que pense es «me ensarté una grapa ».

Marco, mi compañero actor, rápidamente sacó un chiste y me gritó «¿y qué? Ahora vas a convertirte en Spiderman?»

Maria comenzó a reír hasta que el jucioso de Javi dijo que podia ser un alacrán y con mucho cuidado revisé mi zapatilla. En efecto, era un alacrán. Brincando en un pie fui a la oficina a contarles a los de administración lo ocurrido. Mientras me apoyaban, yo solo gritaba «No lo vayan a matar».

No tuve ninguna reacción, salí sana y salva con un dedo hinchado y adolorido.

- Cesia Franco

MOMENTO 38/60

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Tuve la oportunidad de asistir al padre Antonio Gallo S. J. para la presentación de su libro «El Acontecer: Metafísica», que se llevó a cabo de forma virtual en Filgua 2020.
Estando en la habitación del padre y mientras esperábamos a que diera inicio la actividad, el padre Manfredo S. J. ingresó y pidió mi apoyo para sincronizar unos audífonos bluetooth a la televisión del padre Gallo que recién le habían comprado. No fue tan sencillo, ya que nunca lo había hecho antes, pero logré sincronizarlos.
Llegó el momento de darle la inducción al padre Gallo quien, a sus 95 años de edad, aprendió a utilizarlos en cuestión de tres minutos y realizando varias pruebas. ¡Vaya! ¡Cuánta capacidad hay en él, luego de casi un siglo desde su nacimiento!

- Luis Alberto Pérez

MOMENTO 39/60

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𝑼𝒏𝒂 𝒄𝒉𝒊𝒔𝒃𝒆𝒓𝒈𝒆𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓.
Me pasó uno de tantos días de ir a comprar el cafecito, siempre tan bien hecho por Dámaris o Vilma, en Gitane. En uno de esos días, además de mi antojito de café, tenía hambre. Dámaris estaba haciéndole el café a alguien así que quien se me acercó fue Vilma.
¡Muy buenos días! le dije y me contestó igual, ¡muy buenos días! (al unísono con el recio y musical saludo de siempre de Dámaris).
- Su cafecito con leche deslactosada, ¿verdad?
- Sí, gracias, pero hoy también voy a probar la Quesoburguesa
Vi cómo abrió los ojos y volteó a ver a Dámaris que estaba muy pendiente de la conversación y que le hizo señas con la cabeza como diciendo «pilas pues».
Todavía con los ojos muy abiertos dice: «de eso no hay».
- ¡Ay! Claro que sí «mama», intervino Dámaris.
- No «mama», ¿qué es eso de Quesoburguesa?
- ¡El parecido a la hamburguesa!
Yo procedí a explicar qué era una Quesoburguesa: un pan redondo, con una torta de carne y queso. Yo sabía que sí tenían.
- ¡Siii! Responde Dámaris a mi descripción.
A Vilma le cambia totalmente la cara, incluso con la mascarilla puesta se le notaba su realización. Exclamó, ¡Ahhh! ¡¡¡𝑪𝒉𝒊𝒔𝒃𝒆𝒓𝒈𝒆𝒓 quiere!!! Mientras se carcajea aplaudiendo.
- ¡Ah! Es que ella es gringa, digo yo, lo que desata más carcajadas.
Hasta la fecha, Vilma es «la gringa» y ahora, desde que ven que me voy acercando a Gitane, se empiezan a oír sus risitas de picardía.
¡Cada día tiene su encanto en la U!

- Margarita Becker

MOMENTO 40/60

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Ingresé a la universidad para desarrollar e implementar el programa de Salud Universitaria, que fue la base de lo que hoy es el CELASI. La tarea era promover ambientes laborales y estilos de vida saludables, también formamos parte importante a nivel nacional para la promoción de ambientes libres de tabaco, hasta lograr la legislación a favor.
Así mismo, fui parte del equipo que desarrolló la carrera de la Licenciatura en Medicina. Actualmente me dedico al desarrollo de los procesos de admisión de todo el Sistema Universitario.

- Silvia Cruz Pérez

MOMENTO 41/60

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En 2018 se estrenaba una nueva coreografía de Sabrina Castillo Gallusser en el Centro de Danza Contemporánea por lo que se nos ocurrió hacer una publicidad sorpresa. Nos pusimos manos a la obra y escribimos de puño y letra las invitaciones para la presentación de danza. Fuimos a la Biblioteca. Nuestro plan era que, al abrir un libro, el estudiante se encontrara con una invitación personalizada.

Para nuestra sorpresa, nos citó el director de la Biblioteca. Nos dijo que teníamos que pensar que eran más de 30.000 libros y que si queríamos hacer algo masivo, tenía que aparecer una invitación en cada libro. Sin mucha dificultad, lo pensamos mejor y solamente dejamos en algunas mesas de la Biblioteca los treinta papelitos que llevábamos.

- Dulce Paniagua

MOMENTO 42/60

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Algo maravilloso y que a todos nos emocionaba mucho, cuando las clases eran presenciales, era el momento en que un estudiante ganaba sus «privados». Lo sé por experiencia propia, yo me gradué de abogada y notaria en la URL. Los privados se hacían en el Edificio «Santo Hermano Pedro» y al que acababa de ganar su examen, le tiraban un cubetazo de agua desde el segundo nivel. Las expresiones de satisfacción de los estudiantes provocaban una sensación inigualable.

El cierre de pénsum siempre involucra a las familias. En las misas de cierre, en la colocación del pin y otras actividades, están a flor de piel esos sentimientos en los padres que con felicidad en su cara y lágrimas, manifiestan su orgullo.

Hay una gran identidad en Quetzaltenango con los principios de la URL y por ello, tener la fuerte convicción para actuar en beneficio de nuestra sociedad. Estos años de estudiar y trabajar en la U, han fortalecido las enseñanzas de San Ignacio. Soy fiel creyente de que entramos a la universidad para aprender y salimos para servir.

- Laura Rodríguez

MOMENTO 43/60

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Hace 11 años, fui invitada por el Comité de los Juegos INTERSUJ. Estos se desarrollarían en León, México. Fui como parte de la comisión de disciplina, recibí la invitación con mucha ilusión porque acompañar a nuestros estudiantes en estas experiencias de formación integral, siempre enriquece.
Estuve todo el tiempo muy activa. Son jornadas de acompañamiento y seguimiento intensas, madrugar, desvelarse; pero jornadas de plena satisfacción. Nuestros estudiantes landivarianos siempre se destacan en todas las actividades de liderazgo, culturales, académicas y en el ámbito deportivo no era la excepción.
Un detalle muy importante para esta historia es que yo en ese tiempo tenía 5 meses de embarazo. Increíblemente tenía mucha energía, constantemente me preguntaban si deseaba descansar, si quería comer algo especial, en fin, «súper consentida», pero todo el tiempo me sentí muy bien, gracias a Dios.
En fin, logramos llegar a la final, muertos de nervios. Los que acompañamos al equipo estábamos con toda la energía y entusiasmo motivándolos. Ya se imaginarán las porras, los redoblantes, las banderas de Guatemala y de la URL. La final estuvo tan intensa que cuando ganamos me puse a saltar y a gritar. De repente, siento las miradas de varios estudiantes y colegas, casi agarrándome, me dicen «¡cuidado, cuidado, está embarazada!».
¡Jajaja!, de la emoción por la victoria de nuestros deportistas landivarianos hasta me olvidé de que estaba embarazada y que no podía hacer grandes esfuerzos, pero seguí gritando, «Yo si le voy, le voy a la Landívar».
Durante los 24 años que tengo de pertenecer a esta familia landivariana he vivido experiencias únicas, maravillosas. He compartido con estudiantes, docentes y colegas administrativos que han dejado huella en mi vida. Tengo mi corazón lleno de gratitud por tanto bien recibido.

- María Elena López

MOMENTO 44/60

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En el año 2011, hicimos un proyecto, llamado Danza en Comunidad. Esta danza está diseñada para cualquier persona que quiera aventurarse a bailar en grupo. La danza se hace en círculos y busca fortalecer la valentía, el gozo y la confianza. En agosto de ese mismo año, la bailamos unas 350 personas en el Parque Central. Y al final de nuestro evento, como si fuera un regalo, salieron dos arco iris enormes que atravesaban todo el cielo.

- Sabrina Castillo-Gallusser

MOMENTO 45/60

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Si me preguntan cómo es nuestra vídeo-danza, «La destrucción de las palabras» (1984), lo primero que diré es que es naranja.

Durante el proceso creativo de esta vídeo-danza, Sabrina Castillo Gallusser, nuestra directora y coreógrafa, nos contó que había tenido un sueño en el que aparecía una mujer con un gran vestido naranja durmiendo en un sofá. Con esta imagen nos surgió todo. Hicimos una búsqueda para encontrar los objetos de color naranja que tuviéramos en nuestras casas. ¡Descubrimos miles de objetos! Peluches, tazas, flores, ¡había de todo! Experimentamos con estos objetos y al final le tomamos foto a cada uno para crear un mandala que aparece en la coreografía. ¡Acabamos con iluminación, vestuarios y hasta el pelo de color naranja!

Aún ahora, un año después de esta creación, me sigue saltando a la vista el vibrante color naranja.

- Emily Gorriz

MOMENTO 46/60

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Era el año 1993, y un grupo de trece jóvenes universitarios de diferentes carreras de la universidad, soñadores y entusiastas asistíamos a las actividades de la Pastoral Universitaria, nos preparábamos para ir a uno de los momentos probablemente más importantes e inolvidables de nuestra vida: La Jornada Mundial de Jóvenes. Con la guía, la orientación y preparación del Padre Ricardo Bendaña S.J. iniciamos juntos un 8 de agosto, nuestro viaje a Denver, Colorado, donde más de 700,000 jóvenes de aproximadamente 100 países asistiríamos a la primera jornada hecha en Norte América.

El lema fue: «He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» ( Juan 10,10) y vaya si no iniciamos un cambio en nuestras vidas desde entonces.

Tenemos muchas anécdotas del grupo, pero talvez una de las más impactantes para mí fue que estábamos en el Mile High Stadium, junto a aproximadamente 73,000 personas. De pronto, vimos bajar un helicóptero «el helicóptero en el que viene el papa» (pensamos). Los gritos no se hicieron esperar, estruendosos, emotivos. Resulta que todos nos equivocamos, porque el que venía allí era el entonces presidente de los Estados Unidos de América Bill Clinton. De repente un silencio casi sepulcral, venía otro helicóptero, en eso alguien anunció, que en ese helicóptero sí venia S.S Juan Pablo II. Entonces sí se sintió la emoción al máximo, el estadio parecía que se iba a caer. Gritos, llantos de emoción, banderas de todo el mundo moviéndose al igual que los corazones enardecidos de miles de jóvenes que escuchamos a nuestro ahora Santo decirnos: «NO TENGAN MIEDO», un llamado que estoy segura, aún resuena en las mentes y almas de todos los que asistimos. Y yo le doy gracias a la URL el haberme dado esa maravillosa oportunidad.

- Claudia Ramírez de Girón

MOMENTO 47/60

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Como todo buen estudiante becado, a lo largo de la carrera fui ocupándome de acumular horas de servicio comunitario. En su momento surgió la atractiva oportunidad de representar al icónico «Nacho el Castor», mascota de la URL.

En primera instancia sonaba como un «ofertón», salir disfrazado y acumular horas de servicio. Sin pensarlo mucho, me asigné a la actividad. Llegado el día de mi debut, me describieron lo que debía hacer y el entusiasmo necesario a tener para cumplir con la actividad satisfactoriamente. Al momento de recibir el traje iniciaron las sorpresas. El encargado de la actividad me mostró el traje y asombrado me fijé que, distinto a lo que muchos pueden creer, ¡el traje apenas tenía un agujero para ver y respirar! Era una cabeza dura y nada flexible con la que, para poder ver alrededor, debía girar el cuerpo completo porque el casco no lo permitía.

Traía unas cómodas pantuflas, he de admitir. A su vez, había que ponerse protectores como para jugar fútbol americano, lo cual aumenta el calor dentro del traje. Mi entusiasmo por usar el disfraz estaba ligeramente mermado, pero aún sobrevivía en mí la motivación para animar al público.

Una vez iniciado el evento, mi tarea era mantenerme en medio de todas las actividades felicitando y animando a los participantes. Deseando llamar a la buena fortuna, me pregunté: ¿Qué tan difícil puede ser? Para completar el enorme reto que tenía enfrente, ese día había un sol radiante de medio día. La actividad era de 10 a.m. a 2 p.m.

Al parecer hacía bien mi trabajo ya que mucha gente se acercaba a interactuar y bailar con el gran Nacho. Tan comprometido me encontraba con mi personificación que olvidé lo firme de mis pantuflas y sin poder ver ni girar fácilmente mi cabeza, no me percaté de la poza de agua que había al lado de mí. Los presentes atestiguaron la caída y empapada de Nacho el Castor. Buscando no llamar demasiado la atención, contrario de lo que pretendía lograr durante toda la actividad, intenté disimular que todo estaba bajo control, y que ahí no había pasado nada; pero a través de lo poco que me dejaba ver el agujero del disfraz, noté que todos alrededor se dieron cuenta del desastre y llegaron al auxiliarme. Pocas personas sabían quién era el sujeto dentro de Nacho, así que siendo un «nadie», se me pasó la vergüenza y continuamos el show.

- Mario Carpio

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De los momentos que han marcado mi vida laboral y personal, destaca el tiempo que trabajé con el jesuita vasco Xabier Gorostiaga, S.J. (Pitorro).

Durante los tres años que tuve la oportunidad de estar a su lado, pude observar cómo le inyectó esperanza, humanismo, lucidez y proyección internacional al proyecto educativo de la Universidad Rafael Landívar por medio de la Secretaría Ejecutiva de AUSJAL.

Destacó en sus esfuerzos, la búsqueda de espacios de articulación social y política en una Guatemala polarizada. Será un reto permanente para la Universidad ser un faro de esperanza para todas las personas del país y del mundo a través de su educación integral y formativa.

Xabier falleció en septiembre de 2003 y su presencia sigue con nosotros.

-
Regina Núñez

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En los años 80, en la época del Rector Monseñor Manresa, aún no contábamos con una planta telefónica en la universidad, ni con identificador de llamadas.

Un día recibí una llamada. Me saludaron muy amablemente diciendo “Buenas tardes”, yo le correspondí:“buenas tardes, ¿cómo puedo ayudarle?”. La persona al otro lado del teléfono me preguntó si sabía quién me hablaba y yo muy apenada respondí que no. Con una voz muy jovial me responde: “Habla con Monseñor Manresa, su Rector”.

Por supuesto que me puse muy nerviosa en ese momento y le pregunté “¿Cómo puedo ayudarlo Rector?”. Él me contestó amablemente: “Solo llamaba para saludar, feliz tarde”.

Así lo hizo como 3 veces hasta que se me quedó la forma de sus llamadas, Monseñor Manresa era una gran persona, muy amable y cercano.

-
Regina Núñez

MOMENTO 50/60

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En el año 2018, el taller de pintura iba a tener una MasterClass con un maestro invitado. Un diseñador e ilustrador gráfico, con amplio recorrido en campañas publicitarias de empresas como Kellog´s, Colgate, entre otros.
La actividad estaba abierta al público, el lugar destinado para dicha actividad era el salón F-106. Yo aparté ese salón para la fecha establecida.
Resulta que el día de la actividad, cuando iba a acomodar el salón para la actividad, “oh sorpresa”, mis compañeras de Artes ya habían prestado el salón para una maestría y se les olvidó comunicarme esa información, por lo tanto nunca solicité otro espacio dentro de la universidad. Fueron los 40 minutos más desgastantes de ese mes, pues no se podía solicitar otro espacio y faltaba 1 hora para la actividad. Gracias a Dios tengo excelente relación con los muchachos de mantenimiento. Fui con el encargado de la cafetería central a preguntarle si había un lugar disponible, milagrosamente tenía el salón Gonzaga disponible y me autorizó usarlo al verme en mi sufrimiento. La actividad, al estar en un lugar más público, fue un total éxito puesto que la exposición de las obras del maestro fueron vistas por todos los que pasaban por allí. Tuvimos aforo total en el salón, por lo que fue un satisfactorio a pesar de lo angustiante del momento.

- José Alejandro Gutiérrez

MOMENTO 51/60

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Muchos se asustaron al ver a dos jóvenes en lo alto del edificio que da a la plaza de la Ceiba, todo el mundo estaba asustado. ¿Qué si el de la derecha quería saltar?, ¿Y si el de la izquierda lo trataba convencer de no hacerlo?, o tal vez estaban únicamente revisando algún asunto del edificio. Fuera cual fuere el caso, era muy inquietante, pero se trataba de la obra de teatro "Dos vistas sobre el puente", interpretada en 2013 por Noé Roquel y Esvin El Yuyo López (QEPD).

- Mercedes Fuentes

MOMENTO 52/60

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Recuerdo que, cada vez que bailábamos tango y me tocaba estar en pareja con Alex, nos agarraba un ataque de risa. Era mi parte favorita, porque en ese momento la coreografía era super fuerte y a mí hasta las rodillas se me doblaban por intentar frenar la risa.

- Bianka Novella

MOMENTO 53/60

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En los años, 80 algunos compañeros y yo tomábamos unos 10 o 15 minutos del almuerzo para jugar chamuscas por la terraza norte, en donde antes había una piscina no muy utilizada por los estudiantes.
Una vez prestamos una pelota al Departamento de Deportes, ya que las pelotas eran caras por aquellos tiempos y nosotros no teníamos una. Jugando nuestro partido, la pelota se fue hacia el barranco que estaba por la piscina y se me designó a mí como el “suertudo” que tenía que bajar por la pelota.
Por poco no la cuento, casi bajé rodando por el barranco y me ensucié como nunca, pero eso sí, devolvimos la pelota sana y salva, nos salvamos de pagar la pelota perdida.

- Amílcar Mayorga

MOMENTO 54/60

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𝑪𝒓𝒆𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒅𝒐
De pronto, recibí una llamada:
- El padre Valdés desea hablar con usted.
- Y ¿por qué?, ¿para qué? -me pregunte-. ¿El Vicerrector de integración quiere hablar conmigo?
Salí. Camino a la vicerrectoría me hacía mil preguntas. El padre Valdés, con la tranquilidad y sabiduría que le caracterizan, me entrevistó para ver la posibilidad de crear un departamento de arte dentro de la universidad que atendiera a los estudiantes y que fortaleciera la formación integral de los mismos. En ese tiempo estaba a cargo de la coordinación de lenguaje. Cuando me preguntó si me gustaría tomar ese reto le contesté inmediatamente que sí, y él muy extrañado me preguntó: «¿No lo vas a pensar?» yo rápidamente le contesté «no tengo nada que pensar». Ha sido de esas decisiones en donde la certeza no da paso a la duda.
Han pasado ya 10 años desde que eso sucedió y Crearte continúa creciendo.

- Magalí Letona

MOMENTO 55/60

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A principios de 2010 llamaron de rectoría para solicitar que Sabrina Castillo y yo nos presentáramos con el rector. Llegué un poco antes a la reunión y el rector empezó con una pregunta tras otra: ¿Dónde estudió?, ¿cuántas hijas tiene?, ¿cuándo ingresó a la Landívar?...
En ese momento ingresó al salón Sabrina y el rector nos comunicó que daríamos inicio a un nuevo proyecto llamado «Artes Landívar» y que podríamos tener artistas contratados para que crearan obras de danza, teatro y música.
Sabrina y yo estábamos extremadamente felices, no podíamos creer lo que estábamos escuchando, Sabrina se abalanzó sobre el P. Rolando y le dio un gran abrazo. Se cumplió un sueño y nació la Dirección de Artes Landívar.

- Ana Echeverría

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Hace años planificamos el traslado de nuestra delegación deportiva de Guatemala a Puebla, México para su participación en el Trigésimo Encuentro Deportivo del Sistema Universitario Jesuita – INTERSUJ PUEBLA 2013. Nos encontramos con la sorpresa, al arribo del primer grupo al aeropuerto de Panamá, que a la aerolínea con la que viajábamos le fue hackeado su sistema de peso y balanza, lo que provocó que todos sus vuelos se cancelaran hasta resolver dicho problema.
Se llevó a cabo una intercomunicación desde el aeropuerto de Panamá y el Aeropuerto de Guatemala, en la que el personal del Departamento de Deportes desarrolló una titánica tarea de coordinación, triangulando vuelos distintos con otra línea aérea para todos los deportistas. Al final, se logró enviar a varios grupos en vuelos diferentes. El viaje de la delegación entera tomó más de 48 horas. Los deportistas llegaron desvelados a la sede del evento; pero lograron una muy buena e importante participación, ¡hasta ganamos el premio a la mejor delegación!
Para el retorno ya todos los vuelos estaban con normalidad.

- Marvin Coronado

MOMENTO 57/60

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Recuerdo cuando se puso la primera piedra en la construcción del Campus de Quiché. Fue un momento memorable.
Llegamos de madrugada al terreno, con un grupo de compañeros de trabajo del Campus Central y de la Sede de Quiché. Hacía frío. Con chumpas, ponchos, gorras de lana y con mucha alegría, preparamos el lugar en el que se colocaría la primera piedra, pues llegarían al evento altas autoridades nacionales, alemanas y de la URL. Antes de eso, todos agarramos una piocha y posamos dando el primer piochazo. Hoy me da mucho gusto ver ese Campus construído y sirviendo a la región, todo eso dentro de los 60 años de trabajo, proyección y logros que ha dado nuestra Universidad a Guatemala.

- Werner López

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Uno de los programas de beca de la Universidad Rafael Landívar fue EDUMAYA. Este programa dio inicio en el año 1999. Las becas se distribuyeron en maestrías, licenciaturas, técnicos y profesorados.

En EDUMAYA yo tuve la oportunidad de continuar la Maestría en Educación Bilingüe Intercultural. Recuerdo que, muy emocionada, le dije a la directora de becas que me interesaba estudiar la Maestría, sabía que para mí iba a implicar muchos sacrificios, dedicación y disciplina y que no me iba a ser fácil, pues ya tenía a mis dos hijos, tenía que ver quién los cuidaría mientras recibía mis clases los fines de semana.
Realicé todas las pruebas como requisito para obtener la beca. Salí beneficiada. Fue todo un reto, tenía que distribuir mi tiempo para el trabajo, los estudios y la familia. Gracias a Dios lo logré.

Recuerdo un día de clases. Tuve que llevar conmigo a mis hijos de 5 y 7 años, los dejé afuera de las aulas, mientras recibía un período de clase, mi hija de 5 años vio en qué aula me encontraba, fue a tocar la puerta, el licenciado Bayardo Mejía nos estaba impartiendo una de las clases, él va y abre la puerta, mi hija le dice: “busco a mi mamá”. Yo inmediatamente me levanté para atenderla. Fue un momento que quedó en mi memoria. Mi hija había interrumpido la clase.

 

- Celia Angélica Ajú Patal

MOMENTO 59/60

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Recuerdo que en 1985 un grupo de amigos de 1er año de la facultad de Derecho fuimos invitados por un compañero de estudios, integrante de la Asamblea Nacional Constituyente que decretó la actual Constitución de la República-, al seno de la Comisión de los 30 de dicha Asamblea –que redactó inicialmente la Constitución-, a una sesión de trabajo de dicha Comisión. Ese día se discutió el tema de la asignación constitucional al deporte, y acudió el Licenciado Mario Coll Solares (QEPD), -entonces directivo deportivo nacional- a agradecer dicha asignación. ¡Qué gran sorpresa fue vernos al día siguiente, los que acudimos a dicha sesión como estudiantes, salir en la portada de Prensa Libre!

 

- Luis Ernesto Rodríguez.

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Mi primera experiencia fue en la docencia, cuando se inició la carrera de Técnico en Investigación Criminal y Forense -Crimfor-, en el Campus de Huehuetenango (hago la salvedad que soy huehueteco y mi vida entera se ha desarrollado en la ciudad de Huehuetenango).
Hubo una temporada de capacitación para docentes de la Landívar. Nos capacitaron aquí, en la universidad y luego nos enviaron por grupos a la Universidad de Leyden, Holanda. Posteriormente nos enviaron a la Institución Sirchie, Carolina del Norte, EEUU. ¿Qué más podía pedir? El grupo de nuestro Campus partió a la capacitación extranjera. Fue excelente. Todos eran muy dedicados, atentos y con muchos deseos de progresar, de edades diferentes, la mayoría trabajadores, casi la misma proporción de hombres y mujeres. Esa capacitación fue una de las experiencias más positivas y enriquecedoras que he vivido en la universidad.

 

- Manrique Sáenz Calderón